Este pueblo situado cerca de Guilin, a 40
minutos de Yangshuo, es espectacular. Es el pueblo de Goku (Bola
de Dragón), donde libraba sus batallas con Picolo y compañía. Está rodeado de altos y frondosos picos calizos, a la vera
del río Li. El paisaje no puede
ser más hermoso. Además, al alejarnos un poco de Guilin y Yangshuo, que son las
zonas más turísticas, gozamos de una situación privilegiada.
Para llegar cogimos un autobús-cama nocturno
desde Cantón (120 yuanes), que duró unas 7 horas y nos dejó en Yangshuo a las 5
de la mañana. Después cogimos un autobús a las 7:00 am hasta Xingping por “ná y
meno”.
Nuestra habitación del hostel (This Old Place, 100 yuanes la habita) tenía estas vistas impresionantes. Imaginaos
cuando nos despertábamos contemplando estas majestuosas montañas. No parecía
que fuesen verdad y daba la impresión de que teníamos un póster en la ventana.
Esta zona es propicia para alquilar una bici
(10-20 yuanes, eso sí, casi sin frenos) y perderse por los alrededores.
Nosotros hicimos una ruta que va bordeando el río hasta el pueblo de Yángdi (32
km ida y vuelta). El trayecto es maravilloso. El primer tramo lo hicimos en
bici, cruzando una vez el río en una barquita, hasta donde ya no se podía
avanzar más.
El segundo tramo lo hicimos a pie cruzando el
río en una barquita de bambú dos veces más. Fueron unas 8 horas aproximadamente
ida y vuelta hasta coger de nuevo las bicis. Nos permitimos perdernos por el
camino y no hacer el recorrido oficial supuestamente establecido. Caminamos
por montañas, cruzamos un par de
pueblitos preciosos, transitamos por caminos inexistentes y por rutas que habían
sido cortadas. Una pasada.
Una de las veces que desobedecimos a una
lugareña (quería cobrarnos un precio desorbitado por cruzar el rio),
continuamos por un camino que se suponía que no era tal durante media hora aproximadamente. Imaginaos: foresta
salvaje, arboles altos de frondoso follaje, algunas casas de aldeanos perdidas
entre las montañas, etc. Cuando el camino nos llevó de nuevo al borde del río, nos
tranquilizó saber que no estábamos perdidos y que podíamos cruzar más adelante
en cualquier momento (tras previo regateo con los barqueros). Respirábamos aires
de tranquilidad y soledad en este maravilloso entorno cuando, de repente, vemos un bulto blanco nuclear al final
de un senderito y nos preguntamos: “¿qué coño es eso?”, “¿cómo ha llegado hasta
aquí?”. Pues bien, cuando nos fuimos acercando descubrimos
que era una pareja de novios haciéndose un reportaje de fotografía. Nos
quedamos perplejos y acto y seguido nuestras únicas palabras fueron: “¡¡¡¡¡qué
fuerte!!!!!!, ¡¡¡¡¡pero qué
fuerte!!!!!. Habían llegado en una barquita que se encontraba aparcada unos metros
más adelante y que nos ayudó a cruzar a la otra orilla por un precio módico.
Esto sólo pasa en China.
La mayoría de la gente cuando viene a este
pueblo considera conveniente hacer un pequeño crucerito con unas barcas de
bambú (actualmente son tubos de plásticos imitando al bambú) por el río.
Nosotros no lo hicimos porque nos parecía que los precios eran abusivos y
porque puedes contemplar las mismas maravillosas vistas realizando un trekking,
que es mucho menos frecuentado y además vas a tu ritmo.
El pueblo de Goku resultó ser también el de los
españoles. Contamos alrededor de 9 parejas en un día. No sabemos hasta qué
punto pueda decidir nuestro subconsciente. Quizás tenemos tan grabados en la
mente estos dibujitos que, cuando
vemos las fotos de este destino, hace que queramos venir a verlo.
Echamos buenos ratos con una pareja canaria (¡qué lástima que no pudieramos disfrutar de más tiempo con ellos; mil gracias, Sergio, por las LPs que nos estás enviando!) y otra catalana. Una de las noches disfrutamos con estos últimos de la conversación acompañados de
cervecita y una pizza deliciosa que hacían en un horno de leña en el hostel, cosa
que agradeció nuestro estomago después de mes y medio comiendo comida asiática
picantita.
Desde Xingping cogimos autobús de vuelta a Yangshuo y después otro a Guilin (2 horas este último). En Guilin hicimos noche en el Green Forest Hostel: bueno, bonito y barato. Está muy cerca de la estación de trenes y buses, aunque no es nada recomendable para los alérgicos a los gatos. Al día siguiente cogimos un autobús directo a Dazhai (unas 4 horas cargaditas de bellos paisajes, 50 yuanes) rumbo a los bancales de arroz de la Columna del Dragón. Este área es realmente maravillosa, llena de arrozales situados en colinas que llegan hasta los 1000 metros de altura, salpicados por pueblitos de la minoríayao. Nosotros nos alojamos en el pueblo de Tiantouzhai, situado en lo alto de una montaña, muy tranquilo y con unas vistas impresionantes. (No os alojéis en el pueblo de Ping’an, muy turístico según nos dijeron).
Más información de este lugar en la próxima entrada.
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