Hampi ha eclipsado a todos los
viajeros que la han visitado a lo largo de toda su epopéyica historia. Esta
ciudad es preciosa, está salpicada de templos (en total unos 350), gigantes
piedras redondas y campos de arrozales verdes, yertos y vivos.
Es una ciudad melódica , rítmica en escalas
de colores: desde el dominante verde de los campos, al frío azulado del río, que
atraviesa la ciudad, hasta los cálidos colores de la tierra, los templos y los
grandes monumentos de piedra ovalados construidos por el artista naturaleza y puestos
a su antojo por todo este paisaje.
Nosotros nos alojamos en frente del
pueblo, en la otra orilla del río, y para llegar a nuestro hotel teníamos que
cruzar en una barca que funcionaba hasta la seis de la tarde. Esta parte de la
ciudad era más tranquila, campestre y bonita.
Una mañana bajábamos con las bicis como
locos una empinada cuesta de tierra. Nos observaba una guiri que pensaba lo
mismo que nosotros: estos dos se la meten. Cuando ya nos tenía cerca y sin
ningún rasguño, en su cara se dibujo una sonrisa de oreja a oreja de feliz
coincidencia.
- “¡¡I don’t believe it. Carlos and Patricia!! ¡¡Oh, my god!!”-
A lo que Carlos y yo dijimos: ¡“qué fuerte, la Kerstin!” (una amiga alemana
que conocimos cuando hicimos el trekking
de los Annapurnas y luego nos la
volvimos encontrar en Kathmandú).
Y es que cuando nos encontramos a
gente en el mismo país o ciudad solemos decir
“qué pequeño es el mundo”,
pero cuando te has encontrado a gente en diferentes países cabe decir “qué pequeño
es el universo”.
Con Kerstin pasamos una noche muy agradable en un bonito bar a la vera
del río que estaba bastante escondido y más aun sin luz eléctrica, que fue nuestro caso (los apagones de luz son muy frecuente en India). Tenías que llegar con linterna o con la luz de las
estrellas y en todo momento piensas que estás perdida, pero sigues por inercia
y, finalmente, encuentras el bar.
Hampi fue nuestra última ciudad
visitada en la India, por esta vez.
Pensamos volver y seguir conociendo este país que, como ya dije en un
principio, no deja indiferente a nadie y te hace un ajuste de cuentas antes de
abandonarlo.
0 comentarios:
Publicar un comentario